Desde tiempos remotos, la política y la comunicación han estado entrelazadas, evolucionando con el tiempo debido al avance tecnológico y las cambiantes modalidades de las actividades políticas. En 1952, Dwight D. Eisenhower marcó un hito al convertirse en el pionero del marketing político, asignando un presupuesto para la comunicación política y contratando una empresa publicitaria para diseñar su campaña televisiva.
Un acontecimiento clave en la historia política moderna fue el primer debate televisado en las elecciones estadounidenses del 26 de septiembre de 1960, protagonizado por Richard Nixon del Partido Republicano y John F. Kennedy por los demócratas. Este evento destacó la importancia del lenguaje corporal, que representa el 93% de la comunicación no verbal, incluyendo gestos, posturas y movimientos.
Con una audiencia de aproximadamente 77 millones de espectadores, equivalente al 60% de la población adulta, el debate tuvo un impacto significativo. Aquellos que lo escucharon por radio favorecieron a Nixon, mientras que Kennedy se destacó ante quienes lo vieron por televisión. La clave del éxito electoral de Kennedy radicó en su comprensión temprana de la importancia de los medios de comunicación.
Kennedy y su equipo demostraron su preparación antes del debate, revisando el escenario, ajustando luces y distribuyendo muebles para resaltar su telegenia. Kennedy proyectó una imagen segura y pausada, mirando a la cámara y hablando al pueblo con destreza. Su elección de un traje negro contrastante y la atención al detalle, como broncearse y maquillarse, subrayaron la importancia de la imagen en la política.
En contraste, Nixon, hospitalizado y enfermo, presentó un aspecto cansado. Su traje del mismo color que la pared del set y la falta de afeitado y maquillaje contribuyeron a una imagen descuidada. Movimientos repetitivos en las piernas y manos temblorosas revelaron inseguridad.
La lección aprendida por Nixon fue clara: confiar en expertos de televisión y cuidar la imagen. Este evento profesionalizó la comunicación política e introdujo el media training. Aunque la oratoria es crucial, el lenguaje corporal demostró su impacto, complementando la expresión verbal y desempeñando un papel decisivo en campañas electorales.

Rosy Olarte Cáceres
Politóloga y Consultora Política Internacional